En 1969, la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross publicaba su libro Sobre la muerte y los moribundos, y en él exponía las cinco fases del duelo. Fases que ya todos conocemos y muchos hemos tenido que sufrir. Como ella misma indicaba en su obra, esas fases no tienen por qué pasarse en orden, ni siquiera es necesario pasar por todas ellas, e incluso alguien puede tener sentimientos de varias etapas a la vez. Su duración también puede ser variable, y hay quienes se atascan en una de ellas y permanecen ahí el resto de su vida.
Mi tesis es que los negacionistas funcionan de manera similar. También tienen fases. Muchos negacionistas pasan por distintos momentos en su forma de pensar y de ver el mundo que les rodea. En cómo establecen sus marcos conceptuales y exhiben su cosmovisión, por muy alejada que se encuentre del mundo real. Como el duelo, el negacionismo no es un proceso racional, sino más bien una cascada de mecanismos de defensa destinados a proteger una visión del mundo, una ideología o un interés particular de una realidad que los amenaza.
El negacionista, por supuesto, no avanza necesariamente de forma lineal por estas fases, sino que puede saltar entre ellas, repetirlas o estancarse en una. Reconocer estos patrones es la primera herramienta para identificar la mala fe argumentativa y desarticularla. Este borrador de manual describe las fases típicas de este «duelo por la realidad», sus corolarios y ejemplos concretos de su aplicación. Solo que en el caso de los negacionistas, las fases son ocho.

Fase 1: Negación absoluta
Descripción: El rechazo frontal y categórico de la existencia misma del fenómeno. Se atribuye a una invención, un fraude o una conspiración deliberada.
Corolario: «Si no existe, no hay problema que resolver ni responsabilidad que asumir.»
Por ejemplo:
- Creacionistas y otras formas de negacionismo de la evolución: La evolución es un cuento inventado por científicos ateos para negar la creación divina. Los fósiles son falsificaciones o pruebas del diluvio.
- Negacionismo del cambio climático: El calentamiento global es un bulo. Es un invento de China para dañar la competitividad de la industria occidental.
- Negacionismo de las especies invasoras: Las ‘especies invasoras’ no existen, es un concepto racista de los ecologistas. La naturaleza simplemente se adapta y cambia.
- Negacionismo del alunizaje: El hombre nunca llegó a la Luna. Fue un montaje de la NASA filmado en un estudio de Hollywood por Kubrick para ganar la carrera espacial contra los soviéticos.
Fase 2: Negación de la singularidad
Descripción: Se admite que «algo» pasa, pero se argumenta que siempre ha pasado y, por lo tanto, no es algo excepcional o preocupante.
Corolario: «Es algo normal, por lo que no está ocurriendo nada singular.»
Por ejemplo:
- Evolución: Las especies siempre han cambiado, eso no es evolución, es solo variabilidad natural. Lo vemos en los perros.
- Cambio climático: El clima siempre ha cambiado. En la Edad Media había un óptimo cálido y luego una pequeña edad de hielo. Esto no es diferente.
- Especies invasoras: Las especies siempre se han movido por el planeta. El eucalipto lleva aquí décadas y no ha pasado nada. Es alarmismo. ¿De dónde crees que vienen los camellos?
- Alunizaje: Los gobiernos siempre han falsificado cosas para la propaganda. Esto es lo mismo de siempre, pero a lo grande.»
Fase 3: Negación del efecto
Descripción: Se acepta que el fenómeno singular existe, pero se minimizan, distorsionan o niegan sus efectos.
Corolario: «Sus efectos son irrelevantes o contrarios a lo que la élite dice.»
Ejemplos:
- Evolución: «Vale, puede que los virus muten, pero eso no prueba que los simios se convirtieran en humanos.»
- Cambio climático: «Un poco más de calor no es malo. Ahorraremos en calefacción y habrá mejores cosechas en el norte.»
- Especies invasoras: «El mapache es un animal adorable que atrae el turismo. El problema son los ecologistas exagerados.»
- Alunizaje: «Aunque hubieran ido, no trajeron nada útil. Fue un derroche de dinero para unas piedras.»
Fase 4: Falso escepticismo
Descripción: Se ataca la fiabilidad de la ciencia en sí misma, aprovechando la incertidumbre inherente al método científico o los debates legítimos para sembrar una duda generalizada.
Corolario: «La ciencia es una religión más y los expertos no se ponen de acuerdo, así que mi opinión es igual de válida.»
Ejemplos:
- Evolución: La ciencia no es segura. Antes decían que el universo era eterno, luego que tuvo un inicio. Antes hablaban de evolución por competencia, ahora resulta que hay cooperación… ¿Por qué vamos a creernos todo esto si ni ellos se ponen de acuerdo?
- Cambio climático: Los modelos climáticos son inexactos y no pueden predecir el futuro. Además, hay miles de científicos que firman peticiones en contra. No hay consenso.
- Especies Invasoras: Unos estudios dicen que el jacinto de agua purifica el agua y otros que es una plaga. ¿En quién confiar? No hay datos concluyentes.
- Alunizaje: Los expertos en radiografía dicen que las fotos son falsas, y los ingenieros que el módulo lunar era demasiado frágil. Hay demasiadas ‘coincidencias’.
Fase 5: Negación de la agencia
Descripción: Se reconoce el fenómeno y sus efectos, pero se niega o oscurece la causa principal, a menudo atribuyéndolo a factores ajenos o indeterminados.
Corolario: «No es causado por lo que dicen, es causa de otra entidad (que me invento).»
Por ejemplo:
- Evolución: El ojo es demasiado complejo para haber evolucionado. Debe haber algún otro proceso que no entendemos (‘Diseño Inteligente’).
- Cambio climático: El clima lo determina la actividad solar y los ciclos orbitales de la Tierra, no el CO₂ de nuestras fábricas.
- Especies invasoras: La degradación de los ríos se debe a la contaminación de la agricultura, no al mejillón cebra. Él solo está aprovechando la situación.
- Alunizaje: ¿Que los láseres rebotan en la superficie de la luna? Porque el suelo es reflectante, no porque nadie haya instalado espejos allí. Qué locura.
Fase 6: Negación de la solución
Descripción: Se acepta la existencia, los efectos y el origen del evento, pero se argumenta que las soluciones son innecesarias, inútiles o demasiado costosas —en términos monetarios o de cualquier otra índole—.
Corolario: «Actuar sería peor que no actuar.»
Por ejemplo:
- Evolución: Enseñar el creacionismo junto a la evolución en las escuelas es justo. Prohibirlo es censura.
- Cambio climático: Frenar las emisiones de CO₂ supondría destruir nuestra economía y mandar a millones al paro. No podemos permitírnoslo.
- Especies invasoras: Erradicar el jacinto de agua de todo el Guadiana es imposible y costaría millones. Es dinero tirado a la basura.
- Alunizaje: Ir a la Luna no sirvió para nada. Fue un despilfarro monumental que se podría haber gastado en problemas en la Tierra.
Variante: Postposición supersticiosa
Descripción: Se admite que la solución podría funcionar, pero se aboga por esperar a una solución futura, mágica e indefinida, que no requiera esfuerzo o sacrificio presente.
Corolario: «La tecnología nos salvará, así que no tenemos que cambiar nada ahora.»
Por ejemplo:
- Cambio climático: No hace falta renunciar a los combustibles fósiles. Confiemos en que en el futuro inventarán un reactor de fusión o máquinas para absorber el CO₂ del aire.
- Especies invasoras: No gastemos dinero en erradicarlas ahora. Esperemos a que aparezca un depredador natural o una enfermedad que las controle sola.
Fase 7: Resignación Fatalista
Descripción: Se admite todo: el fenómeno, sus efectos, su origen humano y la validez de la solución. Pero se declara que ya es demasiado tarde para actuar, fomentando la inacción.
Corolario: «Nada importa ya. Bienvenidos al fin.»
Por ejemplo:
- Evolución: No importa que los científicos tengan razón, el creacionismo y las religiones que lo alimentan están tan extendidos que al final será la única verdad que quede en la sociedad.
- Cambio climático: El colapso climático es inevitable. Da igual que reciclemos o usemos el transporte público. El planeta está condenado.
- Especies invasoras: El mapa de especies nativas ya está destruido para siempre. Es inútil luchar contra la avispa asiática o el caracol manzana.
Variante: La crítica retrospectiva
Descripción: Un intento de lavar la imagen propia culpabilizando a los demás por no haber convencido mejor o por no haber avisado con la suficiente contundencia.
Corolario: «Es culpa tuya por no haberme asustado lo suficiente.»
Por ejemplo:
- Evolución: Si los evolucionistas hubiesen explicado las cosas bien desde el principio hora no tendríamos estos problemas.
- Cambio climático: Si los científicos ecologistas no hubieran sido tan alarmistas y catastrofistas, maybe la gente les habría hecho más caso.
- Especies invasoras: Si me hubieran dicho que un simple pececito como el pez gato iba a destruir el ecosistema, no lo habría soltado en el río.
Fase 8: Búsqueda del Culpable™
Descripción: La fase final y más agresiva. La realidad es ya innegable y dolorosa. Para aliviar la disonancia cognitiva, la ira se dirige contra aquellos que informaron inicialmente, acusándolos de ser los verdaderos causantes.
Corolario: «El mensajero es el mensaje, y el mensaje es un ataque.»
Por ejemplo:
- Cambio climático: La culpa del cambio climático es de la agenda ecologista que quiere implantar un gobierno mundial y quitarnos nuestra libertad.
- Evolución: La teoría de la evolución es la causa de los genocidios del siglo XX como el Holocausto, porque deshumaniza a las personas.
- Especies invasoras: Los ecologistas son los auténticos invasores. Ellos son los que imponen sus ideas y no dejan que la naturaleza siga su curso libremente.
Variante: El Chivo Expiatorio
Descripción: La búsqueda de un culpable se canaliza hacia un grupo social, étnico o político preexistente en el ideario del negacionista, aunque no guarde relación lógica con el problema.
Corolario: «Siempre fue culpa de ellos.»
Por ejemplo:
- Cambio climático: La culpa la tienen los chinos/indios con sus fábricas contaminantes y su sobrepoblación. (Ignorando las emisiones históricas per cápita de Occidente).
- Cualquier crisis: La culpa siempre es de [grupo minoritario o político opuesto], sea cual sea el problema.


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